Adiós a una leyenda del cine británico
La actriz británica Pauline Collins, conocida mundialmente por su papel protagónico en la película "Shirley Valentine" que le valió una nominación al Oscar, falleció este jueves (6) a los 85 años. La información fue confirmada por su familia a través de un comunicado oficial enviado a la prensa.
Una carrera brillante y diversa
Collins murió en una casa de reposo en Londres, donde enfrentaba la enfermedad de Parkinson desde hacía varios años. En la nota, sus familiares describieron a la actriz como "una presencia brillante, vibrante y espiritual en el escenario y en la pantalla".
Nacida en Devon, Inglaterra, en 1940, Collins tuvo una formación en la prestigiosa Escuela Central de Discurso y Artes Dramáticas de Londres. Antes de dedicarse por completo a la actuación, siguió los pasos de sus padres y trabajó como maestra.
El papel que definió su carrera
Su debut actoral ocurrió en 1962 con la obra "A Gazelle in Park Lane", pero fue en 1988 cuando interpretó por primera vez a Shirley Valentine en un monólogo teatral que se convertiría en su papel más emblemático.
El éxito fue tan grande que la obra llegó a Broadway y posteriormente se adaptó al cine, con Collins repitiendo su papel. La película homónima le valió una nominación al Oscar como Mejor Actriz en 1990.
En la trama, Collins interpretaba a una ama de casa que busca rescatar los sueños de su juventud a través de un viaje inesperado a Grecia, un papel que, según su familia, "siempre será recordado como icónico, determinado, vivaz y sabio".
Reconocimientos y legado
En 2001, la actriz recibió la Orden del Imperio Británico en reconocimiento a su destacada trayectoria artística. Además de su trabajo en cine y teatro, Collins participó en series de televisión como "Doctor Who", a la que regresó casi cuarenta años después, en 2006.
Su esposo, el también actor John Alderton, rindió homenaje a su compañera de vida y profesión, destacando su capacidad para "extraer lo mejor de todas las personas con las que trabajaba". Alderton recordó cómo Collins fue votada como "la querida de la nación" en la década de 1970.
Pauline Collins deja a su esposo John Alderton y a sus cuatro hijos: Richard, Nic, Kate y Louise. Su partida marca el final de una era para el cine británico, pero su legado perdura a través de sus memorables interpretaciones.